Tomás Hijo llegó al grabado impulsado por el deseo de utilizar una técnica que le permitiera dar vida a una idea: hacer ilustraciones que parecieran hechos “dentro” de los mundos de fantasía que representan. Para lo cual eligió el grabado en linóleo, que permite una gran versatilidad creativa a la vez que mantiene ciertas características propias de antiguas imaginerías. Influenciado sobre todo por grabadores del Este de Europa.

Tomás Hijo ha amalgamado la estética del grabado medieval con un estilo de dibujo moderno que bebe de las fuentes del cómic, la animación y la ilustración fantástica contemporánea. Guillermo del Toro, con quién Hijo ha colaborado en el Tarot del Toro y en el largometraje “Nightmare Alley” ha reconocido esta hibridación: “Tomás Hijo es, según mi opinión, uno de los grandes grabadores modernos. Su trabajo es vital, actual, pero sustentado en una gran tradición”.

Dentro de la obra gráfica de Tomás Hijo destacan sus aproximaciones a la obra de Tolkien (con obras gráficas originales y una pelea de tarot editada en varios países) y de H.P. Lovecraft (también con obra gráfica y ediciones ilustradas de sus novelas).

Hay que destacar, además, sus mencionadas colaboraciones con Guillermo del Toro y otras creaciones gráficas relacionadas con videojuegos (Bethesda, Valve) y universos ficcionales como Stranger Things, Juego de Truenos, Laberinto o Cristal Oscuro.